FANTASMAS DE EL METRO

A las 9:40 hs del día 20 de Octubre de 1975 se produjo en el Distrito Federal el peor accidente metro del que se haya tenido noticia. El tren número 10, que había partido hacía cuatro minutos de la estación Chabacano de la línea 2, embistió con toda su fuerza a otro, el tren número 8, que se encontraba detenido en la estación Viaducto. Como consecuencia, unas cuarenta personas murieron y más de cien resultaron heridas de gravedad. En el momento del hecho, cada tren transportaba unas 140, por lo que puede afirmarse que la mitad del pasaje total sufrió la muerte o serias heridas en el siniestro. De acuerdo a las investigaciones, el conductor del tren número 10, Carlos Fernández Sánchez, fue responsabilizado por la tragedia por haber desoído instrucciones de frenado y castigado con doce años de prisión.

La magnitud de la tragedia obligó a las autoridades mexicanas a la rápida instalación de sistemas de frenado automático en el metro del Distrito Federal.

Poco después del accidente, para ahorrar costos, algunos de los vagones que habían estado involucrados en el siniestro fueron reconstruidos y reutilizados. Podía distinguírselos fácilmente debido a los visibles trabajos de reparación, en algunas oportunidades algo apresurados, que exhibían. 

Fue así que los usuarios comenzaron a reportar, primero tímidamente, luego con más coraje, extraños sucesos que acontecían en esos vagones. Personas que viajaban solas en horas de escasa circulación decían que de pronto descubrían que alguien estaba sentado junto a ellas, y que con igual rapidez se desvanecía; otras afirmaban que al llegar el tren a la estación Viaducto subían personas que luego desaparecían repentinamente antes de encontrar asiento.
Todos estos relatos dieron lugar a la leyenda que habla de espíritus que aún están atados al momento del accidente y que no serían otros que los fantasmas de las víctimas de la tragedia de 1975.